Recibimos el encargo de evaluar las opciones de reforma y ampliación de una casa baja entre medianeras, con cubierta a dos aguas y con patio trasero, de más de 100 años de antigüedad. La parcela tiene 7m de fachada por 27 de fondo.
Realizada la demolición interior, confirmamos que el estado de muros y cubiertas es suficientemente bueno como para que merezca la pena reformar. Un pabellón de ampliación de 40m2 completará el espacio necesario para acomodar el programa.
Uno de los puntos fuertes de la propiedad es el patio trasero que será un espacio de disfrute clave para el proyecto. Otro punto fuerte es la posibilidad de abrir patios y lucernarios allá donde se necesite para lograr la luminosidad deseada. De otro lado, como mayor contra de esta tipología, la falta de privacidad en la fachada a nivel de la calle.
El planteamiento de proyecto ubica la zona de dormitorios en el edificio reformado, junto a la calle, y la zona de día conectada directamente al patio, planteado éste como una extensión del salón/cocina.
La solución de proyecto a la privacidad de las estancias en fachada es disponer un pequeño antepatio que permite retrasar la fachada del dormitorio infantil e iluminar lateralmente el dormitorio de padres (con baño y vestidor incorporados), lejos de las vistas desde la calle. Un segundo patio a mitad de la vivienda proporciona adecuada iluminación al segundo dormitorio infantil y equilibra la luz en la zona de día. Cuatro lucernarios equipados con estores regulables permiten completar el control a demanda de la iluminación de cada rincón de la casa.
Desde el principio tuvimos claro que el pabellón de ampliación tenía que tener dos cualidades: un techo alto de tipología singular y un diseño de fachada que permitiese extender el espacio plenamente hacia el patio trasero, de unos 70m2. La solución consistió en un forjado resuelto con bóveda catalana, a 3,5m de altura, mientras que la fachada al patio se resuelve mediante un gran ventanal modulado con las bóvedas del techo.
La construcción tradicional del techo se combina con una técnica moderna desarrollada adhoc para el proyecto; un sistema de cuelgue y empalme de viguetas que nos permite disponer cañones de casi 8m de longitud. Las viguetas empleadas para cubrir esa luz son de 5+3m, y en su punto de empalme están suspendidas de una viga de canto en posición superior mediante un dispositivo de acero que finalmente queda fundido con el hormigón del tablero.
El resultado es una vivienda unifamiliar con las cualidades de un chalé (jardín, posibilidad de piscina, iluminación natural perfecta, privacidad) en mitad de núcleo urbano, con todos los servicios accesibles a pie.