23rd floor

Año proyecto

2013

Tipo proyecto

Reforma
Vivienda

Superficie

103,66 m2

Ubicación

Alicante

Colaboradores

José Antonio Castillejo Marín, coordinador oficios
David Frutos, fotografía

El Proyecto arranca con la búsqueda de un piso adecuado para una reforma completa en el centro de Alicante: asesoramos al cliente sobre el potencial de varias propiedades, y por fin, encontramos la adecuada, en Alicante, a 92 m sobre el nivel del mar.

El dato es relevante porque es la cualidad más característica de este Proyecto; sus increíbles vistas sobre la ciudad, situado en altura a medio camino entre el Parque de la Ereta y el Castillo de Santa Bárbara, a cota de la cubierta del Gran Sol. La decisión es sencilla; maximizar esa situación privilegiada, introducir sin ambages paisaje urbano, el perfil del Benacantil y el Castillo, y finalmente el mar dentro del paisaje cotidiano de esta vivienda. Con el añadido de que la privacidad está resuelta, dado que no hay cerca ningún edificio de esta altura. Nos sentimos espectadores de excepción del espectáculo: casi voyeurs urbanos. Nunca nos lo han puesto tan fácil.

El proyecto se resuelve internamente con un solo trazo; un gran muro longitudinal de que delimita zona de día y noche, y que es como una navaja Suiza; alberga climatización, armarios, estantes, camas ocultas, puertas,… Dentro de su anchura constante (65cm), su configuración va variando metro a metro para ofrecer a cada espacio lo que necesita en cada momento: una estantería para libros, un armario ropero, un hueco para escamotear una cama, un escritorio oculto, sitio para la vajilla, instalaciones de ventilación, etc. El convencional esquema de zonas día/noche queda superado por la flexibilidad de usos que aporta este muro “gadget”, que facilita la aparición de situaciones y utilidades más variadas.

Ese esquema permite que la zona de día disfrute de una ventilación cruzada de la que carecía originalmente, y que en experiencia del cliente ha reducido (junto con la incorporación de aislamiento térmico) la necesidad de aire acondicionado a un puñado de días al año, ya que las corrientes a esa altitud son notables.

La reducción de dormitorios (a 2), ha permitido también disponer un dormitorio principal más lujoso espacialmente, con vestidor y baño propio.

Y por fin la gran protagonista de la casa, una terraza con una gran vista apaisada, mediando entre la intimidad del salón y la ciudad, el monte Benacantil y el mar. La despejamos de obstáculos, la forramos de césped azul en contraste con los muros blancos, insistiendo en la paleta de colores mediterráneos que se complementa con los verdes y tierras del monte. La contemplación del paisaje nocturno no es menos espectacular. A disfrutar!

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